martes, 7 de abril de 2009

Heme aquí, querido lector, haciendo un análisis de la suprema idiotez que representa la vigilia cuaresmal, el vía crucis y otros circos...
De la primera puedo decir que es una pendejada el no comer carne, pues si nos remontamos al origen de la tradición, en un principio era un simple acto de sacrificio y penitencia orientado a los ricos, quienes en lugar de comer carne, debían comer pescado, que era más barato y donar la diferencia a los pobres. No hace falta más que darse una vuelta por el mercado para ver que los precios del pescado superan notablemente a los de la carne.
Los mismos sacerdotes -criaturas de lo más extrañas- dicen que lo importante es el sacrificio.. Cómo es que esto aplica para ellos? Hace la Iglesia católica sacrificios? Es realmente importante la caridad?

Del vía crucis puedo decir que es sólo circo. Circo para un pueblo hambreado y jodido en espera de un futuro mejor. Es la manifestación y aceptación de un rol social, donde a falta de verdaderos estímulos maduratorios de conciencia e intelecto, siempre queda la efectividad de lo brutal y salvaje, la manifestación y sublimación en lo corpóreo de lo intangible.
Para qué pensar en un sufrimiento espiritual y moral, en una opresión, en las consecuencias de nuestros actos, si siempre pueden ampollarse los pies, darse de latigazos y derramar gotas de sangre?

Creo que este mitigar culpas autoflagelándose (sea por insolación o por latigazos) no nos lleva a ningún lado. Es evitar el bulto de asumir la responsabilidad de nuestras acciones.
Porque, pensando como pecador: "Si azotándome pago mis culpas, si al hacerme daño reparo lo hecho a los demás, no hace falta reparar lo dañado, sólo un buen látigo"
Creo que además bajo semejantes circunstancias -sol, calor, gente, cantos, incienso, violencia, dolor... es muy fácil llegar a un estado extático, a una excitación mental que al menor esfuerzo se convierta en un lavado de cerebro. Esto debe producir una gran cantidad de neurotransmisores.
Los que se autolesionan suelen tener problemas de psique, el autolacerarse conlleva grandes cantidades de endorfinas, respuesta del cuerpo al daño y stress sufrido.
Ignoro a cincia cierta como funcione ese mecanismo, lo que si puedo ver son sus efectos: gente enajenada que se siente mejor persona por pararse a sufrir un rato, para después sentir orgullo de sus heridas como si con ello se sanara a la humanidad.

Señoras y señores católicos: Menos circo y más acción.
Acción en favor de los hermanos y hermanas que padecen denutrición y enfermedades, de los que nada tienen y nada esperan, de los ignorados y marginados...
Creo que el show cuaresmal es otra prueba de el estorbo que representa la tradición católica a la verdadera moralización social.

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